Frida Kahlo pasará de ser un artista más allá de ser uno de los índices de belleza radicalmente fugaz, visionaria del estilo. Su diseño estético lleno de simbólico rebeldía está siguiendo a la moda hoy en medio de pasarelas y revista y producción artística contemporanea. Aún más allá de las simples prendas de vestir, era la ropa donde estaban impresas armaduras de belleza: todos los colores bordados y las colecciones de objetos contaban historias de sobrevisión e identidad. Frida transformó su vida en un proyecto gráfico urbano, en el que cuerpo, pelo y arte se asociaban juntos en un documental visual sin precedentes.
Su aura y color ecléctico -conjugando elementos en español, influjos europeos y elementos modernistas- levantaba miradas hacia todos lados, en cuyo mundo andaba. Hoy esa tradición se expande por las colecciones de moda que modernizan sus tocados con perlas, por las colecciones de fotografia que desafían dualidades culturales, y en creaciones multimediaque modernizan su carácter combativo. Este homenaje a Kahlo muestra que su prendas de vestir actuaba como parte integrada de su formación: un idioma visual en que tradición y modernidad entrelazan historias, onde lo personal resulta político, y donde toda deformación convierte en notable lo buen maestro de quien se dejó mover creativamente a lo más allá del tiempo.